Don Agnolo está muy ufano exhibiendo su desfachatez de haber matrimoniado a dos féminas. Observen el par de anillos que luce como testimonio supuestamente disimulado, aunque modelitos que no corresponden a la época actual. No hay que olvidar que en el Alto Renacimiento las cosas lucían muy distintas y con mayor refinamiento. Aparte de que en ese tiempo, cuando se casaban, el propósito era una perfectamente sana perpetuación de la especie por responsabilidad, esfuerzo, mérito y mutuo goce propios para tan carísima finalidad, que hoy se pretende dejar de lado, como si los críos fueran una mercancía sin importancia, sentimientos ni psique profundamente delicada.
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Don Agnolo está muy ufano exhibiendo su desfachatez de haber matrimoniado a dos féminas. Observen el par de anillos que luce como testimonio supuestamente disimulado, aunque modelitos que no corresponden a la época actual. No hay que olvidar que en el Alto Renacimiento las cosas lucían muy distintas y con mayor refinamiento. Aparte de que en ese tiempo, cuando se casaban, el propósito era una perfectamente sana perpetuación de la especie por responsabilidad, esfuerzo, mérito y mutuo goce propios para tan carísima finalidad, que hoy se pretende dejar de lado, como si los críos fueran una mercancía sin importancia, sentimientos ni psique profundamente delicada.
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